En promedio, los estudiantes pierden dos meses de competencias en lectura y casi tres meses de habilidades en matemáticas durante las vacaciones. Eso significa que tienen que volver a aprender esas competencias antes de poder avanzar con el nuevo material en el siguiente año escolar. La buena noticia es que padres, madres y otros cuidadores pueden ayudar a minimizar las pérdidas de aprendizaje, afirma Maegen Storm, miembro del personal de enfermería especializada del Sistema de Salud de Clínica Mayo en Minnesota.
Esto no significa necesariamente inscribir a los niños en cursos vacacionales o escuelas de verano, sino que se debe integrar intencionalmente el aprendizaje y la práctica de competencias en las actividades cotidianas.
Con este objetivo, la experta de Clínica Mayo hace las siguientes recomendaciones:
- – Empezar una rutina de lectura de verano de al menos 20 minutos al día.
- – Dejar que los niños elijan su propio material de lectura, aunque esté por debajo de su nivel escolar.
En el supermercado o tienda, pídales a los niños hacer lo siguiente:
- – Escribir la lista de los alimentos.
- – Leer los carteles de la tienda.
- – Pesar los productos.
- – Usar una calculadora para sumar la cuenta de los alimentos mientras hace la compra.
- – Comparar varios artículos, tamaños o cantidades para determinar el mejor precio.
- – Contar la cantidad de artículos que hay en el carrito.
En la cocina, utilice la preparación de alimentos para que sus hijos practiquen los números y las matemáticas de las siguientes maneras:
- – Medir el tamaño necesario del sartén.
- – Leer las recetas en voz alta.
- – Medir los ingredientes secos y líquidos.
- – Contar la cantidad de ingredientes.
- – Cortar frutas y verduras en tamaños específicos, como 1/2 manzana o 1/4 de plátano.
- – Dividir los alimentos en porciones durante las comidas.
En el automóvil, ya sea durante un viaje corto o largo, pida a sus hijos que hagan lo siguiente:
- – Cantar canciones.
- – Practicar ortografía mediante un concurso de deletreo.
- – Repasar operaciones matemáticas, como contar de dos en dos o usar las tablas de multiplicar.
- – Localizar objetos que empiecen por cada letra del abecedario.
- – Leer en voz alta las señales de tránsito y las vallas publicitarias.
- – Practicar indicaciones, como girar a la izquierda o hacia el sur.
- – Desactivar las indicaciones verbales de una aplicación de mapas y leer las indicaciones en voz alta.
- – Escuchar podcasts orientados a niños sobre temas como la ciencia, el espacio o los misterios.
En el parque, participe en el aprendizaje integrando lo siguiente:
- – Buscar e identificar diferentes hojas, árboles, rocas, insectos, nubes, flores silvestres y malezas.
- – Participar en una caminata gratuita planificada
- – Investigar el nombre del parque y su origen.
En la biblioteca, los niños pueden explorar estos recursos gratuitos:
- – Elegir algo nuevo, como historietas, revistas, libros de cocina o grabaciones musicales.
- – Visitar las exposiciones y eventos especiales de la biblioteca.
- – Hacer un estudio en profundidad de una persona, lugar o evento histórico.
En un viaje o vacaciones, ya sea un fin de semana o más días, puede abrir un mundo de nuevas experiencias y aprendizaje al hacer lo siguiente:
- – Investigar el lugar al que se dirige, qué actividades se pueden hacer, conocer la historia del lugar, cómo se llega y mucho más.
- – Dejarlos que planifiquen sus viajes en un mapa de papel que puede descargar e imprimir.
- – Pedirles que lleven la cuenta de los kilómetros recorridos, el combustible y los gastos.
- – Crear un álbum de fotos de experiencias y descubrimientos grandes y pequeños.
-En casa, pruebe algunas de estas actividades para estimular el aprendizaje:
- – Jugar juegos de mesa y de cartas, armar rompecabezas comunes y de palabras, como crucigramas y sudokus.
- – Practicar con los más pequeños competencias de destreza, como atar o ajustar los cordones de los zapatos, abrir cremalleras o abrochar botones de las camisas.
- – Practicar competencias de dactilografía enviando mensajes por correo electrónico.
- – Organizar una búsqueda del tesoro en el jardín. Los niños mayores pueden hacerlo solos.
- – Crear un club de lectura o intercambio de libros en su barrio.
- – Crear un álbum de recortes con fotos del verano, textos y objetos encontrados.