Actualmente el país, y especialmente Bogotá, está enfrentando una crisis ambiental sin precedentes a causa del Fenómeno del Niño, que trae consigo sequías y reducción en las precipitaciones que han llevado a los embalses a un nivel de 28,74%, al borde del nivel crítico de 27,65%. Además, esto se debe, entre otros factores, a los niveles de consumo actuales que se encuentran por encima de los 15 metros cúbicos por segundo, razón por la que los gobiernos locales han insistido en regular el consumo mediante el racionamiento desde el pasado 11 de abril.
Además del compromiso por parte de las personas en sus hogares, las industrias también pueden aportar a la solución mediante un consumo racional y óptimo del agua. De hecho, según las Naciones Unidas, el sector industrial utiliza cerca del 20% de agua extraída a nivel mundial, contra el 8% del consumo personal. En Colombia, y según el Estudio Nacional de Agua del Ideam, las industrias con mayor consumo de agua son el sector agrícola, con 13.984 millones de metros cúbicos, seguido por las hidroeléctricas con 8.224 millones y por la piscicultura, con 3.971 millones, el sector doméstico y de hogares totaliza 2.857 millones de metros cúbicos al año.
El mismo organismo internacional predice que el mundo podría enfrentarse a un déficit mundial de agua del 40% en 2030 si el consumo sigue como hasta ahora.
Acciones de las empresas en pro del agua
Algunas de las formas en las que se pueden mitigar los riesgos en el sector industrial es a través de una administración total y eficiente del agua basado en un enfoque de gestión circular del recurso hídrico.
Hoy existen tecnologías como 3D TRASAR de Ecolab, empresa líder en el tratamiento de agua, que permite mejorar las cifras de reciclaje, y recirculación de agua dentro de los procesos industriales, alcanzando reducciones de hasta un 30%. La digitalización también es un aliado, ya que proporciona una visión integral del rendimiento del agua en la operación en tiempo real y permite tomar acciones proactivas para conservar agua, ahorrar energía y reducir costos. De hecho, entre las metas de la empresa al 2030, está ayudar a sus clientes a ahorrar más de 1.100 millones de litros, lo que equivaldría a solucionar las necesidades de agua de cerca de una octava parte de la población mundial.
Según el contador de impacto de Ecolab, a nivel mundial el año pasado el sector industrial logró ahorrar más de 857 millones de litros de agua gracias a avances tecnológicos. “Las empresas tenemos un rol importantísimo en lo que respecta al cuidado del agua, al ser uno de los mayores consumidores de este recurso. Para esto, desde Ecolab instamos a trabajar de la mano para mitigar los efectos de las crisis hídricas, como la que actualmente estamos pasando en Colombia por el fenómeno del niño. La experiencia y las soluciones de Ecolab en materia de agua respaldan operaciones responsables y sostenibles”, declaró Juan Pablo Contreras, líder de la División Industrias Livianas de Ecolab para Latinoamérica Sur.
En lo que respecta a las acciones inmediatas que pueden tomar las empresas, se destacan, entre otras:
- La reutilización de aguas lluvia mediante sistemas de recolección que sirvan para uso de los servicios generales de plantas, apoyado por un cambio en los sistemas de los baños con llaves ahorradoras de apagado automático, e inodoros de ahorro.
- La capacitación de personal, para generar realmente una cultura en torno al cuidado del agua para generar un impacto real en la sociedad.
- El involucramiento de terceros, mediante la apertura de canales de diálogo con clientes, proveedores, comunidades y demás grupos de interés que compartan una cultura centrada en el cuidado del recurso hídrico y la concientización sobre la situación actual.
- Y las inspecciones periódicas, para mapear las áreas que mayor consumo están generando y tomar acciones colectivas.
Industria del café en Colombia
En el caso puntual de Colombia, la industria cafetera se ha posicionado, como parte de la agroindustria, en una de las mayores consumidoras de agua potable. Sin embargo, con la implementación de las tecnologías adecuadas, las empresas pueden llegar a reducir su consumo de manera significativa. “En Ecolab tenemos el caso de un importante cliente de la industria cafetera que logró reducir el agua de sus procesos en un 20% y, con ello, utilizar un 1,5% menos de energía en un año. Todo esto, además, sin afectar la producción y logrando mejorar su rentabilidad. Esto significa que reducir la huella ambiental trae consigo muchos otros beneficios: reducir el riesgo operativo, cumplir con las regulaciones medioambientales locales, minimizar el impacto social y proteger la reputación de la compañía”, concluyó el ejecutivo.